13 julio 2014

Nusa Lembongan - Encuentro con las Manta Rayas

Una vez finalizada la travesía para conocer los dragones Komodo, hemos emprendido el camino de vuelta a Bali desde la región de Flores. El viaje como tal fue otra travesía, pues tomó un día y medio (36 horas) en llegar a nuestro destino.
En total hemos tomado dos buses, dos microbuses, dos embarcaciones grandes y una pequeña hasta llegar a Nusa Lembongan, una pequeña isla ubicada al sur de Bali. Ya algunos se preguntarán que tendrá de especial este lugar para haber pegado semejante viaje, pues bueno, esta vez la motivación ha sido ver a las gigantes manta rayas que habitan en las aguas de esta isla.

Hemos llegado a Nusa Lembongan en la mañana, es un lugar pequeño y las playas comparadas con otras en Bali, no son tan bonitas, pues las extensiones de arena son más cortas y hay varios residuos de coral en las orillas, por lo que es un poco difícil caminar.
Empezamos a preguntar a las personas del lugar, como hacer para ver a las mantas rayas. Como habíamos llegado alrededor de las 10 am, muchos personas nos indicaron que ya era muy tarde para salir a verlas, pues muchas de ellas sólo salen a la superficie en la mañana cuando la marea no es alta, sin embargo, otros decían que sólo era cuestión de suerte, ya que algunas personas las habían logrado ver en las tardes. En fin, después de preguntar por varias horas, ya habíamos desistido de la idea de verlas este día, y el objetivo era madrugar bien temprano al día siguiente. Sin embargo, al alrededor de la 1pm nos acercamos a un puesto pequeño a comprar un coco fresco, y casualmente el dueño del lugar tenía una lancha y programaba salidas para ir a ver a las mantas, él nos ha reafirmado que podíamos contar con la suerte de ver las mantas este mismo día, fue así que a pesar de los pronósticos de otras personas, hemos decidido emprender camino por 25 minutos en un bote tipo lancha hasta un lugar llamado "Manta Point", que es un acantilado donde generalmente las gigantes manta rayas se pueden divisar en la superficie. 
La llegada al lugar fue un poco asustadora, pues la corriente estaba muy fuerte y habían olas grandes, por lo que a veces parecía que el pequeño bote se iba a voltear!. Cuando llegamos al acantilado, cerca a las rocas, empezamos a buscar por la figuras de las mantas en la superficie, estuvimos esperando por varios minutos sin éxito, yo la verdad, frente a la imagen de ver las olas golpeando fuertemente las rocas, no tenías muchas ganas de tirarme al mar!!. Pero no tardo mucho, cuando escuchamos al amable Thai, conductor de la lancha, gritando alegremente y señalando la imagen de una manta raya. Sin duda  era una gigante manta raya, desde la superficie se veía como un enorme triángulo negro, al salir a al superficie exponía  su interior blanco, y algunas veces sacaba parte de sus aletas, que parecían como las aletas de un tiburón. 
El amable hombre Thai nos indicó que debíamos saltar de inmediato al agua para alcanzar a verla.
José muy valientemente, sin pensarlo, se tiró al agua y empezó a nadar en dirección a la manta, sin embargo, en mi caso, al lanzarme al agua muy cerca del bote, y ver la imagen de este enorme animal acercandose lentamente, me he llenado de pánico, y no pude nadar!, no me quedo más remedio que regresar al bote para verlas desde la superficie y desde allí, darle apoyo moral a Jose.
Este día la suerte nos ha acompañado, pues al cabo de poco tiempo, salieron otras tres manta rayas!! El dueño del bote no lo podía creer, pues en esa época del año, con suerte se logra ver quizás sólo una.
Jose nadaba muy cerca de ellas, tanto es así, que una muy curiosa se ha acercado tanto a él, que lo ha tocado con una de sus aletas. José nos contó que fue una de sus experiencias más asustadoras y a la vez más increíbles, al ver la belleza y majestuosidad de este animal, que nadaba lentamente moviendo sus aletas de una forma armónica, semejante a la forma como un ave bate sus alas al volar libremente en la inmensidad!


Ante este espectáculo, nos hemos dado por bien servidos en visitar este lugar y nos vamos con la satisfacción de haber cumplido nuestro objetivo.
Con la visita a la isla de las manta rayas, nos hemos despedido de Indonesia, y hemos empezado la recta final de nuestro viaje, con otras inesperadas aventuras a contar!.

0 comentarios:

Publicar un comentario