La visita a este volcán ha sido algo maratónica, pues ha sido un viaje de un dia completo, en total fueron doce horas en una minivan hasta la ciudad más cercana al volcán, a la cual hemos llegado tarde en la noche para descansar un par de horas y salir de nuevo a las 4:00 am de la madrugada de caminata hasta la cima del volcán.
Éramos sólo un grupo de 4 personas, los que habiamos decidido subir caminando a la cima. La mayoría de los turistas iban en un jeepney hasta un paradero cercano, donde se veía a lo lejos el volcán y se podía apreciar igualmente el amanecer.
Hemos caminado por aproximadamente una hora y cuarto en la oscuridad, la verdad ningún guia nos indicó que necesitaríamos luces, por suerte contábamos con el teléfono celular que sirvió de linterna. Los caminos para llegar al lugar son arenosos y el paisaje es algo desértico, sólo hemos encontrado un anciano de la zona, quien nos ha indicado afortunadamente el camino.
Al llegar al volcán, se debía subir una escaleras hasta su cima. En lo alto, se podía percibir el olor a azufre intenso del humo que emanaba el volcán. Hay una sección de algunos metros cercada por una baranda de madera, en la que se puede ver el cráter y también divisar desde la cima el valle que lo rodea.
Escaleras para subir al cráter del volcán
Cráter del Volcán
Hemos contado con la suerte de disfrutar este lugar prácticamente solos, pues no había ningún otro turista, sólo un pequeño grupo de indoneses curiosos.
Había mucha neblina esa mañana, sin embargo, una vez empezó a salir el sol, ésta se dispersó rápidamente y quedó una capa de nubes en las montañas, parecia como si estuviéramos volando, o divisando los paisajes desde la ventana de un avión!!.
El sol comenzó a salir lentamente, solo unos tenues rayos de sol sobresalían sobre las nubes, hasta que alcanzó más altitud y empezó a brillar con intensidad e iluminar el valle.
Ha sido una experiencia hermosa, que nos hace apreciar y querer aún más los encanto de nuestra madre tierra.
0 comentarios:
Publicar un comentario