A pesar que el recorrido en el bus fue durante la noche, podía ver por la ventana las vías estrechas de dos carriles llenas de curvas para subir y bajar las montañas, fue una experiencia muy familiar a la que se vive en las carreteras de Colombia al tomar un bus para ir desde Medellín a la costa :)
Al llegar temprano en la mañana a Banaue, la primera visita para todos los turistas, fue en el centro de información del lugar, donde todos los extranjeros se deben registrar y pagar un tarifa de 20 pesos filipinos.
El personal encargado también ha facilitado un mapa y ha proporcionado información para ir a ver las terrazas de arroz en Batad, un pueblo cercano a Banaue. Estas terrazas tienen cerca de 2000 años y fueron construídas por los antepasados de los indígenas de Batad. En la actualidad son consideradas un Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Hemos proseguido a visitar estas terrazas el mismo día que llegamos a Banaue. Para ello se ha tomado un Jeepney por alrededor de una hora, hasta el punto de partida para iniciar la caminata a Batad, pues en este lugar aún no hay vías, así que la única forma de acceso es caminando.
Fue una caminata de más de dos horas, subiendo y bajando las montañas, y divisando a nuestro alrededor las espectáculares terrazas. Estas fueron construídas por niveles en la montaña, es así que se pueden ver diferentes tonalidades de verdes. Actualmente abarcan 10.360 km² de montaña!!.
Habitantes del sector disfrutando de la vista
Después de una extenuante caminada, se llega hasta una cascada en la que se puede descansar y coger alientos y nuevas energías para iniciar el regreso, que es aún más duro, pues se deben subir grandes escalones entre las montañas. Fue una experiencia que definitivamente requiere de resistencia física y perseverancia, pero no hay mejor motivación que divisar los impresionantes paisajes del lugar, con campos verdes y dorados que parecen interminables a la distancia.
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