Donsol - Encuentro con el Tiburón Ballena

La llegada a Donsol en la región de Bicol, ha sido una afortunada y no planeada visita.

Teníamos previsto tomar una vuelo desde Manila a Puerto Princesa en Palawan, sin embargo, por razones que aún desconocemos, nuestra reserva no aparecía en los sistemas de la aerolínea Air Phillipines, la única opción era comprar otro tiquete de avión ese mismo día, el cual valía más del doble a lo que inicialmente lo habíamos comprado. Es así que hemos descartado esta opción, y como tampoco queríamos quedarnos más días en Manila, buscamos otras opciones de viaje por tierra, y es cuando hemos encontrado información sobre Donsol, que es conocido como la casa del tiburón ballena o como lo llaman los filipinos: "buntanding".

La idea de ver en vivo y en directo el tiburón ballena, nos ha llenado de emoción. Ya varias veces buceando habíamos mantenido la esperanza de verlo, pero este tiburón sólo aparece por temporadas y hay que tener mucha suerte para verlo.

Así que sin pensarlo dos veces, decidimos tomar un bus nocturno por 10 horas hasta la ciudad de Donsol.

Fue un viaje largo e incómodo, pues las sillas sólo se podían reclinar por unos centímetros y el aire acondicionado era extramadamente fuerte, así que fue casi imposible dormir.

Llegamos a Donsol en la mañana, a primera vista parecía un pueblito costero. El bus nos ha dejado en la terminal, por lo que empezamos a caminar hasta el centro del pueblo para buscar hospedaje. Creo que ha sido la primera vez que hemos causado tanta atención en un lugar, pues éramos los únicos, literalmente los únicos extranjeros con una maleta en la espalda caminado por la calles del lugar. Los niños corrían detrás de nosotros y nos saludaban. Jose en particular causó gran sensación por su barba, no había ningún hombre en el pueblo con barba, así que creo que esto le llamó la atención a las niñas del lugar :).

En fin, después de caminar por un rato, nos enteramos que la zona turística y la playa quedaba a las afueras de la ciudad, así que hemos tomado de nuevo el famoso triciclo.

En esta zona del pueblo solo se encuentra una oficina de turismo y varios hostales y hoteles.

La primera parada debe ser en la oficina de turismo, allí cada extranjero se debe registrar. Además si el propósito es ver el tiburón ballena, se debe pagar por el transporte en barca y un permiso ambiental. En total, compartiendo una barca para 6 personas de debe pagar 850 pesos filipinos equivalente a unos 20 dólares. Además se debe ver un video donde se indican las reglas que se deben cumplir para ver el tiburón ballena e información general sobre este animal.

Con toda la emoción del caso, hemos madrugado al siguiente día para iniciar nuestra aventura, una vez el grupo de seis personas estuvo completo, nos montamos en una barca o bote, en el que iban 2 ayudantes y un BIO o Buntanding Interaction Officer, quién se encarga de vigilar que la interacción con el tiburón sea segura para las personas y el animal.

El BIO nos ha explicado que cuando el tiburón fuera visto nos teníamos que preparar rápidamente para ingresar al agua. Todos sentados en el borde del bote, con la careta y el snorkel puesto, debíamos saltar al agua cuando fuera indicado.

   Buscando el tiburón ballena

Estuvimos esperando por más de una hora, y aún no había señal de ningún tiburón. La espera fue algo agobiante, pues cada grupo solo tenía 3 horas, y si durante ese tiempo no se veía un tiburón, desafortunadamente teníamos que regresar al puerto de embarcación. Sin embargo, todos albergamos la esperanza y esperamos pacientes y alertas. Fue así como después de casi dos horas, el BIO nos ha indicado que nos preparamos para saltar, pues se había visto la aleta del tiburón en la  superficie!!. 

Uno a uno fuimos saltando al agua con el bote aún en movimiento. La corriente estaba un poco fuerte así que todos terminamos dispersados. Yo en el afán de saltar no me puse la careta, así que después de unos segundos del salto, me preparé para empezar a nadar y más fue mi asombro o mejor dicho susto, cuando miro hacia al frente (dentro del agua) y veo la enorme cabeza del tiburón ballena justo al frente mío!!. La primera reacción fue quitarme de su paso, pues era evidente que iba a pasar justo por donde yo estaba. Me costó unos minutos, recomponerme del susto y empezar de nuevo a nadar al lado de este increíble animal. 

Era un tiburon ballena joven de aproximadamente 6 metros de largo. Es un animal imponente y majestuoso, nadaba con mucha tranquilidad y a pesar de la cantidad de personas a su alrededor, parecía no molestarle pues continuaba su paso sin afán. 

Como información general, el tiburón ballena es el pez más largo del mundo, el cual puede crecer hasta 12 metros de largo y pesar muchas toneladas. Su alimentación principal es el plancton. Actualmente son considerados una especie vulnerable, razón por la que son protegidos en Filipinas.

Tuvimos la fortuna de tener 3 interacciones con el tranquilo tiburón ballena, quien mantenía lentamente su paso, ya entiendo porque este animal es conocido como el "gigante gentil".

    Misión cumplida, vimos el tiburón ballena! :)

Una vez retornamos al puerto, con una sonrisa de oreja a oreja y la satisfacción de haber visto y nadado con este hermoso gigante, nos han entregado en la oficina de turismo, un certificado oficial de interacción con el tiburón ballena. Que bonito recuerdo y a su vez que buena forma de incentivar el turismo responsable en este lugar. Buen trabajo Donsol!!.