24 mayo 2014

Port Barton - Una Corta Visita

Una corta, muy corta, visita fue realizada a la pequeña provincia de Port Barton.
De regreso a Puerto Princesa desde el Nido, se puede hacer un desvío en la carretera principal, por unos 40 kilómetros en terreno destapado hasta llegar a Port Barton.
Sólo teníamos dos días más, antes de tomar un avión de regreso a Manila desde puerto Princesa. Habíamos leído que Port Barton aún estaba por fuera de la lupa turística, lo que hace que el lugar todavía mantenga su espíritu local y belleza natural, fue así que decidimos hacer una parada de una sola noche.

Para llegar allí, hemos tomado una minivan desde El Nido, y nos hemos bajado en una intersección de la carretera principal, en la que tuvimos que esperar un Jeepney local por al menos 2 horas. Este particular tipo bus, sólo pasa una vez al día, así que había que estar muy pendiente de no perderlo. El vehículo como tal es bastante incómodo, con sillas de madera y el techo es muy bajo. Estaba completamente lleno. Afortunadamente, a pesar de no tener ventanas, el vehículo es abierto, pues sólo cuenta con unos abarrotes en las paredes laterales, que permitían la entrada de aire y polvo libremente!.

Al llegar a Port Barton, como es típico en Filipinas, los extranjeros se deben registrar en la oficina de turismo. En este día hemos sido los únicos extranjeros que hemos llegado al lugar. 
Eran casi las 2 pm y debíamos buscar hospedaje y organizar el transporte para devolvernos al siguiente día, sin embargo, para nuestra sopresa, nos hemos enterado que sólo hay un bus público diario que va a Puerto Princesa desde Port Barton, éste sale todos los días a las 9:00 am. Otra opción era alquilar un vehículo privado, lo cual era exageradamente costoso, así que no había otra alternativa, que disfrutar lo que quedaba del día en este lugar y salir temprano al día siguiente en el bus local.

Empezamos a recorrer la playa para buscar hospedaje. Quizás sólo había menos de un kilómetro de playa por recorrer. Como no era temporada alta, no había casi nadie en la playa, sólo algunos pescadores que se preparaban para salir a pescar.
Al cabo de unos minutos de búsqueda, se nos ha acercado un joven de la zona, quién amablemente se ha ofrecido a ayudarnos a buscar hospedaje, estábamos un poco reacios a la idea, pues ya sabíamos por experiencias anteriores, que detrás de este tipo de "ayudas", generalmente hay un interés monetario, sin embargo, el joven ha dicho claramente que no quería nuestro dinero ni tampoco obtenía ninguna comisión, simplemente quería ayudarnos y practicar inglés. Fue así que hemos llegado a la casa de una pareja adulta de Filipinos, quienes nos han rentado una alcoba de su propiedad. Ellos fueron bastante amables con nosotros, estaban muy sorprendidos, pues éramos los primeros Colombianos que conocían :). Al día siguiente la señora del lugar nos ha dado incluso bananos para el viaje.

Las calles de Port Barton aún no están pavimentadas, así que son en su mayoría de arena y roca. No hay muchos hoteles u hostales, es común ver casas de familia que han sido adaptadas para el turismo, hay algunas pequeñas tiendas de abarrotes y una escuela municipal. Sólo hay electricidad desde las 6pm hasta las 2:00am, y creo que esto es altamente apreciado por los habitantes de las zona, pues a partir de las 7:00pm, sólo se ve en cada casa y establecimiento, a los filipinos reunidos viendo novelas!, algo similar a las familias Colombianas, para quienes es común, al menos así es en mi casa, disfrutar de la comida o cena viendo novelas :)
   Calles en Port Barton
Al día siguiente hemos madrugado a tomar el bus a Puerto Princesa, en teoría debería tomar unas 5 horas de viaje, sin embargo, fueron en total 8 dolorosas horas, pues además de incómodo, este bus paraba cada kilómetro a montar más gente, animales y carga en su interior y en el techo del bus, que además estaba lleno de gente trepada, tratando de hacerse un lugar para el viaje.

No había aire acondicionado, y a pesar que todas las ventanas del bus estaban abiertas, ésto no fue suficiente, para una temperatura exterior de casi 40 grados y un bus pequeño con más de 30 personas adentro!!!. En fin, ha sido una de las experiencias más cercanas a lo que es el transporte local o mejor dicho rural en Filipinas, pero definitivamente, como para no volverla a repetir!!
Al final de las 8 horas hemos llegado molidos y muertos de cansancio y calor a Puerto Princesa, sin embargo, a pesar de esto y de pasar sólo una tarde y noche en Port Barton, ha sido interesante su visita, experimentar los paisajes rurales de Filipinas y de nuevo vivenciar la auténtica amabilidad de sus habitantes.

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